Premiere July 2th-4th 2008 - Festival Montpellier Danse 08, Montpellier, France. Duration: 60min Written and Directed: Mathilde Monnier and La Ribot. Performers: Mathilde Monnier and La Ribot. Lighting Design: Eric Wurtz. Sound Design: Olivier Renouf with music of Mouse on Mars, Square Pusher, Christian Vogel et Matthew Ship. Costumes: Dominique Fabrègue assisted by Laurence Alquier. Stage Design: Annie Tolleter. Coproduction: Festival Montpellier Danse 2008, Centre Pompidou - Les Spectacles Vivants / Festival d’Automne à Paris / Théâtre de la Ville - Paris, Centre de Développement Chorégraphique – Toulouse / Midi-Pyrénées, Fundação Caixa Geral de Depósitos - Culturgest - Lisbon, La Comédie de Genève, Mercat de les Flors - Barcelona. For this project, La Ribot - Genève is supported by Pro Helvetia – Swiss Arts Council, la Ville de Genève – Département de la culture and la République et Canton de Genève.
Espectáculo / Danza / Teatro
Concebido e interpretado por La Ribot con la bailarina y coreógrafa francesa Mathilde Monnier, Gustavia, 2008, ha sido descrito como un “dúo burlesco”, pero contiene muchas cosas más. Ciertamente recurre a dispositivos burlescos –por ejemplo, un episodio de género bufonesco que con caídas intencionadas, colisiones y un par de “tablones de madera” de poliestireno. También hay un tipo peculiar de “striptease” en el que Monnier y La Ribot se desnudan repetidas veces solamente las rodillas. No obstante, si el principal objeto del género burlesco es “desinflar” la seriedad, Gustavia hace el recorrido inverso. Al distanciar sus dispositivos cómicos mediante la repetición prolongada y otras tácticas, su visión puede resultar desconcertante, áspera e incluso perturbadora. Está en juego una significativa intención: Gustavia ofrece una compleja crítica feminista de las exigencias que se plantean a las mujeres para que “desempeñen” su género de manera competente, tanto en el teatro como en la vida cotidiana.
Con sus trajes negros de danza idénticos, sus figuras delgadas y su palidez, Monnier y La Ribot parecen gemelas y algunos observadores las han considerado como un doble retrato de la epónima Gustavia. No obstante, podría argumentarse que “Gustavia” es un nombre genérico y no una identidad femenina específica, y la relación entre ambas bailarinas es muy móvil. Aparecen como gemelas, doppelgangers, divas rivales y pareja cómica –y cuando La Ribot se gira con el tablón de goma, derribando repetidamente a Monnier, se convierten en extrañas, aparentemente inconscientes de la presencia de la otra.
En la sección final de Gustavia, Monnier y La Ribot mantienen un largo duólogo compuesto de frases que comienzan todas ellas con las palabras “Una mujer…”. Algunas afirmaciones son normales y corrientes (“Una mujer cierra su casa con una llave”) mientras que otras son obviamente absurdas (“Una mujer tiene tres pechos”) pero todas ellas son ambiguas en cuanto a si describen a una mujer específica o hacen una afirmación normativa aserto sobre las mujeres en general. Esta sección de la obra es verdaderamente divertida, pero tiene también una implicación seria: que el desempeño de la feminidad implica un interminable flujo de exigencias que a menudo son estúpidas, contradictorias o simplemente imposibles de realizar. En su exploración de estados de ánimo sombríos y de graves problemas de género o políticos, la obra en colaboración Gustavia es tal vez la expresión más oscura de La Ribot hasta la fecha.